12 julio, 2010

Domingo 11 de julio de 2010. Lc 10, 25

La enseñanza de Jesús es simple y concreta. Jesús no se complica con fórmulas y con preceptos, no mira las leyes humanas y las complicaciones del mundo. Simplemente invita a amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas y al prójimo como a sí mismo: «haz eso y vivirás…».

¿Qué más podemos decir de este texto? Miles de cosas, pero a la vez ¿para qué complicarnos tanto sabiendo que sólo necesitamos amar a Dios y al prójimo (como Dios quiere que lo amemos)? Miremos a María y veremos la plenitud de este pasaje. Miremos a los santos y comprenderemos cómo se aplica. Miremos a Jesús y entenderemos el significado de amar al Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

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