10 julio, 2010

Sábado 10 Julio 2010 Mt 10, 24 -33 AA

"Si uno se pone de parte mía ante los hombres yo me pondré de parte suya frente al Padre" que palabras tan hermosas las que Jesús nos dice, que promesa tan increíble, no avergonzarme de Él que Él no se avergonzará de mí ante el Padre celestial. Estas palabras de Jesús son palabras de vida eterna, son palabras que tienen fuego y nos consuelan.

El Señor nos llama a dejar el miedo a un lado, no tenerle miedo a las personas que matan el cuerpo, no temerle al juicio de los hombres cuando escojamos por Cristo, cuando escojamos vivir por Cristo, cuando escojamos vivir realmente como unos verdaderos Cristianos. Para esto quizás muchas veces el mundo nos juzgará, insultará, injuriará, calumniará pero a pesar de todo el Señor es nuestro consuelo, si el Señor fue insultado, golpeado, maltratado, calumniado, que menos podemos esperar del Cristiano que ha decidido seguir a Cristo por encima de lo que dice la ley civil o por encima de lo que le imponen los hombres. Caso especial el del medico de hoy que en algún momento de su vida podría caer incluso en la justicia civil "disque" por no querer acceder a lo que ellos llaman como una decisión de la mujer al abortar, cuando lo que hacen en el fondo es un asesinato e incluso de alguien inocente e indefenso, quizás muchos médicos tendrán que sufrir consecuencias por seguir a Cristo y no querer hacer un aborto pero esto será el martirio moderno, el martirio por el amor a Cristo.

Los jóvenes que deciden por seguir a Cristo muchas veces se encuentran en los colegios con el desprecio y la soledad de sus compañeros, pero incluso allí el Señor nos pide que lo sigamos, el amor de Él nos sostendrá, su amor nos basta. De esto habla el Señor a pesar de los juicios humanos y respetos humanos decidamos por Cristo que es nuestro Dios y salvador.

Oh María enséñanos a decidir por Cristo a pesar de todo y de todos.

¡A ti madre querida, enséñanos a amar!

"Ad Maiorem Dei Gloriam per Mariam"

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