25 julio, 2010

Domingo, 25 de julio de 2010. Lc 11, 1-13 JR

Hoy el Señor mira la sinceridad del corazón de los discípulos quienes le piden les enseñe a orar; Él les dice: pidan, busquen, llamen, “sean intensos”. Les enseña a considerarse hijos, les permite vislumbrar el corazón de Dios en analogía con el corazón de un padre. ¡Cuánto nos ama Dios quien es Bueno, quien es Santo!

La mejor oración es la que brota de un corazón que quiere ser humilde y sincero, como un niño que se arroja confiado en brazos de su Padre, como alguien que confía plenamente en su Amigo, de quien se desprende de máscaras y clama a Dios, único refugio, amparo, alegría del alma.

Santísima Virgen, solidifica las convicciones de la fe en mi alma, para volverme una intensa, una convencida de Dios, que no se canse de buscar el amor verdadero, que no se canse de Amar, que esté pronta a la Voluntad de Dios. Amén.

Jessica Restrepo S.

No hay comentarios:

Search