08 enero, 2011

Sábado, 08 de enero de 2011. Jn 3, 22-30

Ante la discusión generada, los discípulos de Juan acuden a él para pedir explicación y en ese momento vemos la coherencia de dichoso precursor de Jesús, tenia muy clara su misión: « “Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado delante de él.” El que lleva a la esposa es el esposo; en cambio, el amigo del esposo que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo; pues esta alegría mía está colmada. El tiene que crecer, y yo tengo que menguar.»

A nosotros se nos ha enviado delante de Jesus, para que cuando Él llegue, crezca y nosotros disminuyamos, porque es el verdadero esposo de la Iglesia, de las almas y puede dar la satisfacción en plenitud, por eso nuestras alegrías deben ser ver que el Señor sacia, llena en plenitud.

Madre santa, condúcenos a las alegrías del cielo, que nuestra felicidad sea poseer a Dios eternamente y con humildad reconocer nuestra misión, para no ser obstáculo en el encuentro y conversión nuestra y de todas las personas. Amén.

No hay comentarios:

Search