24 octubre, 2010

Domingo, 24 de octubre de 2010. Lc 18, 9-14

“El fariseo se colocó aparte y empezó a orar”

El fariseo se puso aparte y se empezó a excluir del grupo de pecadores, ahí vemos la importancia de pedir perdón en comunidad, de considerar nuestra responsabilidad y participación en los pecados sociales, así hoy, día de las misiones, vemos que por nuestra omisión, muchos han dejado de conocer a Dios y por tanto, no mereceríamos llegar directamente al cielo, sino que podríamos afirmar que tendríamos que pasar por el purgatorio.


También hay un detalle, y es que el fariseo comienza su oración dando gracias, y por lo menos, yo he tenido la percepción de que agradecer es un acto de humildad, sin embargo vemos, que este acto para que sea meritorio, debe tener recta intención, debe brotar del corazón, pues agradecer verdaderamente implica reconocer la ayuda del otro, considerarme incapaz, impotente y débil, y es eso precisamente lo que le faltó al fariseo.


Santísima Virgen, que por tu presencia en nuestra alma, el Espíritu Santo disipe las tinieblas de nuestro espíritu, para que descubramos diariamente nuestra miseria, para clamar tu auxilio y protección, para reconocer a nuestro Señor y Salvador, proclamando las grandezas y maravillas que obra en cada instante. Amén.

No hay comentarios:

Search