28 octubre, 2010

La Oración


El Señor llama a los doce después de una larga jornada de oración, que significado tan eminentemente directo el que nos da, “La oración”; Nuestras decisiones deben pasar por el fuego de la oración que es el que las purifica de sus impurezas (Falta de rectitud de intención) no quiere decir que por ello seamos infalibles, pues el Señor sabe enseñarnos incluso a través de nuestros errores, pero lo que sí es clave es que Jesús nos enseña a orar constantemente pues allí se consulta con Dios y se dispone a la voluntad de Dios, si el hombre conociera el poder de la oración, su eficacia y necesidad no dudaría en pasar incluso por encima de sus arideces y pereza espiritual para encontrarse con Dios en ella.

Es increíble, la oración es el método más eficaz de buscar la voluntad de Dios que sabrá darla a conocer de la mejor manera. Jesús llama a sus doce discípulos después de la oración y así nos enseña a acercarnos a ella para tomar las decisiones de nuestra vida.
Por otro lado es increíble que en la misma oración sea él el que nos enseña a vivir en comunidad pues era Él el que hacia permanecer en unidad sus doce apóstoles, todos tan diferentes, todos de distintas clases sociales e incluso de distintos pasados pero en ellos tal la alegría de vivir en Cristo.

Oh virgen inmaculada enséñame a estar permanentemente en oración, a estar en unidad contigo, a estar en amor a ti, mi señora me entrego a ti totalmente, para que me unas a Cristo.

¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!

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