21 abril, 2010

21 de Abril (GT)

"Porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado"
Cuan simple es decirlo y cuan difícil es vivirlo. "Hágase tú voluntad en la tierra como en el cielo " repetimos a diario, y varias veces al día.

Como parte de nuestro carisma está el vivir la Divina Voluntad, pero no es nada fácil. Tenemos los grandes ejemplos de esto: María y Jesús. 'Hágase en mi según tu palabra', diría nuestra Madre y 'Que se haga tu voluntad y no la mía' diría nuestro Señor.

Es tan importante vivir la Divina Voluntad que es la principal recomendación que nos dejó nuestra Madre en las escrituras: 'Hagan lo que Él les diga'.

La voluntad de Dios es perfecta pero no es fácil. Es la puerta angosta que requiere de nuestro esfuerzo para atravesarla. Es una aventura apasionante de combate continuo contra sí mismo, de derrotas y triunfos, de éxitos y fracasos, de conversión continua y constante.

Mamita querida, enseñame a vivir la Divina Voluntad tan plenamente como lo hiciste Tú. Amén

Dios les bendiga

German Tamayo

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