26 abril, 2010

Lunes 26 de abril de 2010. Jn 10, 1-10 (GL)

¿Por qué una oveja no escucha la voz del pastor? Nadie es lo suficientemente estúpido para no escuchar al pastor que lo quiere cuidar de los peligros del exterior. El problema no es un problema de maldad sino un problema de confusión (en la mayoría de los casos).

¿Por qué las ovejas no siguen al pastor? Porque ha llegado un impostor que ha imitado su voz y ha confundido a sus ovejas. Entonces ¿qué se puede hacer? Lo que hizo María: silencio. Cuando se hace silencio se escucha atentamente, las voces son más claras y los engaños son menos frecuentes. María tenía silencio interno y externo. María escuchaba atentamente la voz de Dios.

¿Quieres seguir al Buen Pastor? Cierra tu boca y escucha atentamente su llamado. Esto, precisamente, se alcanza en la adoración a la Santísima Eucaristía.

Gracias Señor porque nos dejaste esa puerta por la que podemos pasar hacia ti, y por la que tú mismo pasas: la Iglesia.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Gabriel López


 


 

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