16 junio, 2010

Miércoles 16 Junio, Mt 6, 1-6 AA

"Cuida de no practicar tu Justicia delante de los hombres" Sino solo delante de Dios. El Señor nos pide silencio externo en nuestros actos de piedad, es decir que nuestros actos de piedad, oración, limosna y ayuno sean verdaderamente para Él y no para que nos vea el mundo, pues el Señor es claro al decir que de esta forma nuestra paga ya está dada aquí en la tierra y en el cielo no tendremos nada, es tal la soberbia que los santos la veían como el enemigo mortal que puede tumbar una conversión, y más teniendo en cuenta la rectitud de intención de los actos pues la Soberbia, primero te hace cansar haciendo las obras, luego te roba todo merito de una forma dulce y por último nos hace merecedores de castigo, por algo la llamaban el dulce ladrón pues sin darse uno cuenta llega y devasta nuestra alma.

Así el Señor nos enseña a orar, a dar limosna y a ayunar, nos enseña que en el secreto de nuestros actos se encuentra su mirada de misericordia y amor que ven el esfuerzo personal y recompensa con gran bondad y abundancia. Pues de esta forma el Señor nos instruye para que nuestra intención sea limpia y pura solo para Él. La clave que los santos nos enseñan es de antes, durante y después es válido e importante rectificar la intención de nuestros actos u obras. Con razón decía un Santo al sentirse asaltado por la tentación de la Soberbia "Llegas tarde, pues ni por ti empecé esta obra, ni por ti la continuaré ni por ti la dejaré de hacer" que nosotros también le digamos esto a la soberbia cuando nos demos cuenta que nos viene a atacar y de este modo no nos de miedo emprender para Dios obras grandes que ayuden a las almas en su conversión y contribuyamos en un granito de arena a la obra de salvación de Dios.

Oh Santa Madre tu que sabias perfectamente el valor del silencio y de no estar visible y sabes el verdadero valor de la oración, la caridad e incluso el ayuno enséñanos a hacerlo, a entregártelo a ti para que lo cuides y se lo des a nuestro Señor Jesucristo.

¡A ti madre querida, enséñanos a amar!

"Ad maiorem Dei gloriam per Mariam"

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