26 agosto, 2010

Jueves, 26 de agosto de 2010. Mt 24, 42-51

¿Es Dios como un ladrón o llega como el ladrón? Definitivamente Dios no actúa como el ladrón, pues no obliga, ni llega a imponer su presencia en las almas, respeta profundamente la libertad del ser humano; mas bien podríamos pensar en que si estamos de acuerdo en estar en vela para no permitir que el mal entre, entonces ¿porque no esperar la dichosa visita de Jesús? ¿Por qué no ansiar la inhabitación de la Sma. Trinidad en nuestra alma?

Mi Adorable Maestro y Señor, hablas especialmente a los discípulos, pues no quieres que caigamos en ser demasiado laxos, en creernos salvos, en malinterpretar tu misericordia o abusar de la autoridad que nos has dado, pues cuando se busca estar cerca de ti, es cuando mas debemos velar, pues las tentaciones siguen y nuestra fragilidad permanece, por que el Tesoro es de mayor valor.

Ayúdame amado de mi alma a recordar con frecuencia que eres Tu quien me ha elegido, quien me ha amado primero, quien me sostiene, eres mi refugio, mi amparo, y quiero sostenerme en tu corazón a través de los brazos imaculados de María. Amén.

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