27 agosto, 2010

Viernes 27 de agosto de 2010. Mt 25, 1-13

Eran diez vírgenes en la parábola, cinco precavidas y cinco no. Al final, cuando llegó el esposo, lo que permitió a las vírgenes entrar con él aceite_ensalada-300x257[1] fue la precaución que tuvieron, porque tenían aceite y estaban esperando a que llegara. Pero podemos notar que tanto las precavidas como las necias se quedaron dormidas ¿Por qué paso esto?

Dormir es algo natural y necesario, por lo que era de esperarse que las vírgenes se durmieran vencidas por el cansancio, pero independientemente de esto, cinco no estaban preparadas y cinco sí, aunque todas querían entrar con el esposo.

¿Qué tanto queremos estar con el esposo? Necesitamos tener aceite de sobra, porque no sabemos ni el día ni la hora en que va a venir, no sea que nos encuentre comprando aceite en la noche, donde es difícil de conseguir.

¿Cuánto aceite tenía María? Supongo que mucho. Entonces será que María sí daba de su aceite a las almas necesitadas? Claro que sí. Si algún día te estás quedando sin aceite, acude a María que ella te dará. El problema es que muy pocos conocen este misterio.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

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