El hombre es libre en medio de su libertad, aunque hay elementos u hombres que los coaccionan y hasta violentan, el hombre sigue siendo libre aquí y donde sea. Empero, dicha libertad podría ser contraproducente y dañina no solo al hombre sino al alma.
Esto que desfigura, daña y envilece al hombre en alma, cuerpo y corazón se llama pecado en cualquiera de sus manifestaciones.
Los fariseos se ocupaban de juzgar a Jesús y sus discípulos olvidandocen de ellos mismos, al igual muchas veces nos ocupamos de juzgar, comentar o señalar al hermano olvidandonos de nosotros mismos y esto solemos hacerlo con regularidad hablando muy lindo de lo malo que es el pecado y demás pero absurdamente olvidamos nuestra condición y debilidad, además de que no somos quien para hacer tal cosa.
Cosa interesante es esta, pero pocas palabras se ocupan.
Si señalas con tu dedo, tres más te señalarán a ti mi querido amigo.
Esteban Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario