Hoy es el día en que se celebra la natividad de la virgen María, es el día en que celebramos su nacimiento, su puro e inmaculo nacimiento. Hoy se nos presenta en el evangelio la concepción de Jesús pues este es el fin de la misión de la inmaculada estar presta y limpia para la encarnación del verbo.
Y esta encarnación si la vemos en el contexto en el cual ocurrió es “complicada”, es decir, ¿cómo una virgen en embarazo? ¿Cómo una virgen desposada en embarazo? Y teniendo en cuenta que la ley mandaba a apedrear a la mujer adultera, María por supuesto no lo era pero podría pasar por tal ante las circunstancias de los hechos. José por otro lado un hombre justo, santo, no quería despreciarla en público pues esto significaría la muerte para la virgen embarazada, pero como podía él entender lo sucedido, mirando por un lado las virtudes de su desposada y por otro el embarazo en el cual él no era responsable.
El hijo que reposaba en el vientre de María era por obra y gracia del espíritu santo, era el espíritu santo el que había tomado a María para que el verbo se encarnara, pero Dios siempre acompaña la obra de salvación que el inicia, nunca la deja empezada y por tanto el mismo se encarga de resolver las cosas que faltan y que son necesarias para que se lleven a cabo. Él manda el ángel para avisarle a José, así como había enviado el ángel a María en la encarnación. Que fe la de María pues ella sabía todo lo que podía suceder y sin embargo lo que hace es confiar en la misericordia de Dios y en su sabiduría, pues si Dios lo quiere así, así se hará.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per Mariam”
No hay comentarios:
Publicar un comentario