11 septiembre, 2010
EL TESORO DEL CORAZÓN
“El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene su corazón” Esto es lo que nos dice el Señor, “No hay árbol bueno que dé frutos malos” En el corazón reside el fruto de nuestro árbol, si nuestro árbol se ha nutrido de los minerales corrompidos del mundo, los frutos eminentemente serán consecuentes con esta nutrición, por tanto, un fruto malo, pues de la abundancia del corazón habla la boca. Por otro lado si el árbol ha sido nutrido con minerales perfectos y puros del amor de Dios y de la sabiduría del poderoso, los frutos lo serán de la misma manera.
Así el tesoro de bondad del corazón se obtiene por las ganancias, los dineros puros y limpios que se ganaran para el mismo, es decir puede ser un tesoro de bondad como también podría ser un tesoro de iniquidad el cual se recogió con la iniquidad del corazón. De esta manera hay una libertad para recoger este tesoro, de procedencia pura y limpia o por otro lado de procedencia sucia e impura.
De allí que cada uno puede empezar a recoger para obtener un tesoro en su corazón, la calidad de este radicará en la forma de conseguirlo. Por tanto busquemos un tesoro de bondad para que salga bondad del corazón y no iniquidad. Oh madre bendita enséñanos a construir nuestra casa sobre la roca, enséñanos a recoger un tesoro limpio y puro que te agrade a ti y que tu seas la gestora de nuestra construcción y nuestro ahorro. Que tú seas la contadora de nuestra alma y la arquitecta que direccione nuestro rumbo hacia Cristo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per Mariam”
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