Herodes quiere conocer a Jesús, es urgente para él. Ha escuchado hablar de él por sus prodigios. Va tras sus milagros, no tras su doctrina y enseñanza de Amor. Esto se confirma cuando finalmente le conoce en la pasión. Quiere que haga milagros, prodigios, trucos mágicos! es un 'morbo' por lo desconocido.
¿A qué Cristo seguimos y por qué lo seguimos? ¿nos cautivan sus palabras o sus prodigios?
Dios nos ha permitido ver sus maravillas en nuestras vidas y en nuestros hermanos, pero no quiere que nos quedemos allí. Nuestra fe debe avanzar hasta el punto en que no se requiera de signos externos para amarle. Que le amemos no por lo que hace sino por lo que Es.
Virgen de las mercedes, en esta víspera de tu fiesta te pido que aumente mi amor por el Dios de los prodigios y no por los prodigios de Dios. Amén
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