18 septiembre, 2010

El Tesoro en Jesús Eucaristia


El Señor nos llama a no tener miedo,no tener miedo a responderle, no tener miedo a decirle si a seguir sus huellas hasta la cruz, nos pide que vendamos aquello que nos sofoca, las posesiones que nos esclavizan y nos manda a dar limosna pues donde esta un corazón caritativo está Él.

Por otro lado nos pide que nos hagamos bolsas que no envejecen, para ser tesoros inagotables en el cielo, pues lo que con el mundo se construye se derrumba pues el ladrón lo puede robar y la polilla destruir, mientras que lo que en Dios se construye contiene su unción espiritual que en vez de ser oscuridad se convierte en luz para el mundo.

Donde está nuestro tesoro allí esta nuestro corazón, ¿Dónde tenemos nuestro corazón? ¿Cuál es el tesoro para nosotros? ¿En verdad le creemos a Dios, y confiamos en Él? Donde pongamos nuestras riquezas el corazón se inclinará hacia ese punto. Por esto inclinaos hacia el Señor pues Él es nuestra única riqueza.

Oh virgen santa enséñanos a tener la riqueza en el cielo para que nuestro corazón esté en el cielo, que nuestra alma mire arriba para que se quede con tu mirada y con la de Cristo.

¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!

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