15 septiembre, 2010
JUAN 19, 25-27
La Iglesia desde hace muchos siglos venera con gran devoción los siete dolores de la Santísima Virgen María, dolores que la reina del cielo vivió y ofreció para cooperar en la redención de todos los hombres, en estos dolores encontramos el misterio profundo del amor du nuestra Madre Santa, estos dolores son un manantial de espiritualidad donde podemos acudir y descubrir el amor maternal de esta Santa Mujer. Estos dolores muchas veces se nos olvidan y por eso los quiero mencionar en este momento.
1. El nacimiento de Jesús en un pobre portal
2. La presentación de Jesús en el templo (anuncio de sus dolores)
3. La huida a Egipto
4. La perdida de Jesús en el templo
5. El encuentro con su Hijo en la vía hacia el calvario con la cruz acuestas
6. La muerte de Jesús en la cruz
7. El descendimiento de Jesús de la cruz
Es inimaginable el dolor de nuestra Madre Santa en el momento en que ella contemplaba a su hijo crucificado y que padecía tanto en su alma como en su cuerpo el dolor por la humanidad. Lo único que nos queda a nosotros es agradecerle a la mártir del dolor que se ofreció a tan admirable obra de la redención de los hombres.
Gracias Madre por todo lo que nos has regalado no solo el sí con el que se encarno nuestro redentor, sino que también al ofrecer a la humanidad tu Hijo amoroso, el cual protegiste con tanto amor y no solo eso, sino que también nos recibiste como hijos, sabiendo que nosotros fuimos quien lo crucificamos con nuestros pecados. este es el momento misterioso cuando nos recibes como hijos en las manos de Juan el apóstol del amor: “madre he ahí a tu hijo” y como Juan, yo indigno pero necesitado de ti, te recibo como mi madre amorosa para toda la eternidad.
Sant´Antonio prega per me.
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